Entrevista

Entrevista a Lorena Rodríguez. Licenciada en Pedagogía. Trabaja como Educadora de un Programa de Rehabilitación Psicosocial en una Asociación que atiende a Personas con Enfermedad mental grave.

 

1.- ¿Por qué decidiste estudiar Pedagogía? ¿Cuánto tiempo duró tu carrera?

Decidí estudiar esta carrera porque anteriormente había estudiado la Diplomatura de Educación Social y quería ampliar mis conocimientos sobre el ámbito educativo. La carrera duró 4 años, pero es tan amplia, y abarca tantas áreas, que considero que es fundamental seguir formándose de manera continua.

 

2.- ¿Cuál es la importancia como educadora de trabajar en una Asociación que atiende a personas con enfermedad mental?

El trabajo del Educador en este tipo de centros es importante porque está enfocado a promover, en la persona que tiene una enfermedad mental grave, la recuperación o aprendizaje de una serie de hábitos y habilidades que presentan deterioro, por ejemplo, las habilidades sociales, los hábitos relacionados con el autocuidado, las habilidades comunitarias, las habilidades domésticas, etc. Y todo ello, con el fin de mejorar su calidad de vida y de fomentar su integración y normalización dentro de la comunidad.

 

3.- ¿Qué especialidades hay en el centro?

En el centro, además de Educadores, hay varios Psicólogos, Trabajadores Sociales y Terapeutas Ocupacionales.

 

4.- ¿Cuál ha sido la mayor dificultad en tu trabajo?

La mayor dificultad para mí ha sido comprender los distintos diagnósticos clínicos (ha sido imprescindible la formación autodidacta), así como adaptar los talleres que imparto (las actividades, la metodología, etc.), a personas que son tan diferentes entre sí.

 

5.- ¿Qué estrategias usas como educadora?

Estrategias muy variadas, como el entrenamiento en las habilidades necesarias para mejorar su funcionamiento social (Modelado, Refuerzo positivo, Encadenamiento…). La Terapia Cognitivo-Conductual (autoinstrucciones, reestructuración cognitiva). La Rehabilitación cognitiva (memoria, atención…). La intervención familiar. La atención individualizada. La psicoeducación (para prevenir las recaídas). Las Técnicas de Relajación. Las Dinámicas de grupo (para fomentar la motivación y las relaciones sociales), la Risoterapia, etc.

 

6.- ¿Qué ambiente de trabajo tienes?

El ambiente creo que es muy bueno y positivo. Existen buenas relaciones entre los compañeros y trabajo en equipo (imprescindible para coordinar conocimientos y funciones y sobre todo, para trabajar en la misma línea con cada usuario).

 

7.- ¿Cuál es tu actividad específica como educadora en tu trabajo?

Mi actividad principal consiste en programar y llevar a cabo distintos talleres ocupacionales y de rehabilitación: Arteterapia, Habilidades sociales, Psicomotricidad, Relajación, Cultura general, Rehabilitación cognitiva, etc. En definitiva, la realización de actividades que fomenten la adquisición o recuperación de competencias personales y sociales en personas con enfermedad mental grave.

 

8.- ¿Estás satisfecha con tu trabajo?

Sí, la verdad es que me encanta mi trabajo. Me siento satisfecha cuando las personas que atendemos consiguen mejorar sus habilidades, su red social,… y alcanzar los objetivos de su programa individualizado de rehabilitación.

 

 

Le educación vista desde fuera

La educación a los ojos del mundo

Esta semana, una de nosotras ha tenido la oportunidad de asistir a un curso intensivo de inmersión lingüística en lengua inglesa con profesores nativos procedentes de diversos países como Irlanda, Gran Bretaña, Estados Unidos e incluso Australia.

El resultado de la mezcla de esta diversidad de países ha sido muy exitoso, no sólo por los diferentes acentos y mentalidades, sino por la cantidad de información y conocimientos que se adquieren de otras culturas.

Entre los temas más debatidos estaba el tema de la educación en España con respecto al resto de países de habla inglesa. Estos profesores, antes de poder dar clase en nuestro país, tuvieron que aprenderse todo el sistema de educación español para poder aplicar así sus conocimientos a ello.

En una de esas charlas y debates sobre la educación, una profesora procedente de Hungría pero residente en Londres durante muchos años dio un punto de vista muy interesante que nos gustaría plasmar aquí. Esta opinión es la siguiente:

“Tengo 27 años. Nací en Budapest, me críe en Londres y ahora vivo en España desde hace ya cinco años y tengo que admitir que España ha sido el país que más me ha llamado la atención en muchos aspectos, entre ellos en la educación.

Me sorprende que, cuando acabé de estudiar todo el tocho de hojas relativo al sistema educativo, justo antes de venir a España por primera vez, mi primer pensamiento fue: “Si este sistema se aprovecha bien, pueden salir grandes genios en este país.” Y de hecho creía que sería así hasta que comencé a dar clase. Primero en Barcelona, después en Santander y por último en Granada.

No puedo hablar con respecto a las otras asignaturas pero sí que puedo hacerlo por la lengua inglesa.

Es “normal” que los alumnos que no tengan un buen nivel de inglés tengan todo tipo de errores gramaticales y ortográficos. Y digo normal entre comillas porque me extraña que la gente, después de casi ocho años seguidos estudiando inglés en la escuela y en el instituto, no sepan ni decir dos frases seguidas y mucho menos sin equivocarse. Nosotros en Londres tenemos la opción de estudiar español o no, es cierto que no es obligatorio, pero las personas que escogimos esa asignatura en cuatro años éramos capaces de desenvolvernos con facilidad. Obviamente teníamos muchos errores, pero podíamos hablar en español y la gente nos entendía.

Por otra parte, están aquellos alumnos del nivel más alto o medio alto, de los cuales el 95% de ellos ha viajado al extranjero, y a nivel general la mayoría tienen pocos errores pero estos errores son imperdonables puesto que son básicos en el aprendizaje de una lengua. Incluso hay muchas cuestiones y expresiones que los estudiantes lo dicen de forma correcta pero no saben por qué.

No sé si realmente todo esto es una cuestión del Gobierno, si del sistema, si del profesorado o si del alumno. El caso es que hay algo que falla y todos nos empeñamos en no querer verlo, en cegarnos en que la educación y el país va mal en general pero no queremos ver el por qué, no queremos ver que un problema no se soluciona criticándolo sino profundizando, analizando y solucionarlo desde la raíz. No digo que Hungría sea mejor que España porque mentiría, pero en Hungría tenemos el sentimiento del generalismo, es decir, que si algo afecta a uno, luchamos todos. Y en ese sentido, la educación en este país está sola ante el peligro, incluso los que realmente la amamos  no le demostramos realmente lo que sentimos. Ni a la educación, ni a los alumnos ni a nosotros mismos.

En este curso, hemos decidido olvidarnos de los libros, romper las reglas e ir directamente a arrancar el problema que tenemos y solucionarlo. No importa que sea a través de charlas y conferencias aburridas, horas y horas de clase al día rotas por la monotonía de los minutos o juegos tontos que enseñaban al alumno que muchas veces la solución estaba delante de sus ojos. Lo realmente importante era que los alumnos, cinco días después de llegar al curso, habían adaptado una nueva personalidad lingual, habían reforzado lo que creían que nadie les había enseñado.”

 

Esta conversación supuso un antes y un después en el curso para nuestra compañera y para todas aquellas personas que escucharon estas palabras. Por eso nos gustaría que estas palabras quedaran aquí plasmadas. Tal vez la persona que esté leyendo esto puede o no puede estar de acuerdo pero lo realmente importante es que esa persona reflexione realmente sobre el sentido que tenemos sobre la educación desde un sentido profundo, estudiando la educación tal y como debemos conocerla.

Por eso te preguntamos, ¿Qué opinas tú sobre estas palabras? ¿Estás de acuerdo con esta opinión? ¿Qué harías tú para mejorar esa visión que se tiene sobre la educación? ¿O realmente no necesita mejorarla?    


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